El Colegio Santo Domingo de Orihuela apodado “El Escorial de Levante” es un edificio monumental de estilo renacentista de sobriedad clásica con trazas barrocas. Su construcción se inició en el siglo XVI. Sus estancias han albergado la extinta Universidad de Orihuela y la primera Biblioteca Pública Nacional de España. En la actualidad, además de albergar la sede del Colegio Diocesano de Santo Domingo, también es sede de la Cátedra Arzobispo Loazes de la Universidad de Alicante.
El Colegio Diocesano de Orihuela es un espacio complejo cuya seguridad diaria va más allá de garantizar la protección de sus 2.000 estudiantes, trabajadores y visitantes. Sus oficinas, salas de profesores y salas de informática, así como los equipos o datos que estas albergan, requieren una supervisión constante. El acceso a los ascensores debe filtrarse de forma segura. Se trata de algo más que una escuela. El Colegio Diocesano ocupa edificios históricos que datan del siglo XVI. Es un sitio patrimonial, así como un
lugar de aprendizaje, con un museo que también requiere la protección de un sistema de control de accesos.
La escuela optó por la gestión wireless online de SMARTair para su nuevo sistema de accesos sin llave. Las cerraduras y los lectores SMARTair proporcionan al personal de administración una forma simplificada de gestionar los accesos, y credenciales para estudiantes y personal, a fin de que estos accedan solo a las áreas autorizadas. El software SMARTair TS1000 facilita la emisión y cancelación de credenciales para visitantes temporales (por ejemplo, padres y madres).
Gracias a la instalación de esta solución, la seguridad tanto de los niños y niñas como del personal del centro ha aumentado. De este modo, ninguna persona no autorizada puede acceder a la escuela. Además de las entradas principales y las aulas, el acceso a espacios privados como los ascensores, las oficinas, las salas de personal, la iglesia, el museo, la biblioteca y la sala de informática están constantemente supervisados.
Los dispositivos SMARTair instalados en más de 300 puertas permiten al equipo de seguridad conocer en todo momento quién ha accedido, a qué espacio y cuándo lo ha hecho. Su instalación fue realmente sencilla aun siendo puertas del siglo XVI.